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Tendrá siete años de concesión y deberá ampliar la red de contenedores, sumar tecnología y reducir los volúmenes de basura.

Hoy comienza a operar en Rosario la nueva empresa recolectora de residuos

LimpAR, la nueva empresa de recolección de residuos integrada por capitales brasileños y porteños, se pondrá en marcha hoy en la zona de Pellegrini hacia el norte de la ciudad. La concesionaria reemplazará a Cliba con los 500 barrenderos que fueron traspasados de la firma de Benito Roggio a la flamante prestataria. "Rosario vuelve a ser pionera en el tema de higiene urbana", afirmó al respecto la intendenta Mónica Fein.



El debut será, en principio, con 35 camiones cero kilómetro y 500 nuevos contenedores, con la promesa de completar en el primer semestre 3.700 recipientes metálicos. A su vez, sumará cinco camiones de carga lateral y unos 1.800 contenedores.



"Rosario vuelve ser pionera en el tema de higiene urbana con un proceso transparente, con audiencias públicas, con fuerte participación ciudadana y con el orgullo, como responsable de la Intendencia, de llevar adelante una licitación que vamos a disfrutar todos los rosarinos", consideró a La Capital Fein.



Vega-Caputo pondrá en Rosario la firma LimpAR, con siete años de concesión por delante y más de mil millones de pesos para mantener la higiene urbana de avenida Pellegrini al norte de Rosario.



Hasta los últimos días, la firma ultimó los detalles para el funcionamiento de su base de operaciones en Presidente Perón y avenida de Circunvalación.



Para dimensionar el impacto que tendrá esta licitación de higiene urbana, las autoridades aludieron a la puesta en marcha del proceso "más importante de todos los tiempos": 2 mil millones de pesos para avanzar en las políticas de contenedorización en todas las cuadras de la ciudad y en un programa de reducción de volúmenes de los residuos que van a disposición final.



Los montos de la concesión, con un plazo de 84 meses (con opción a doce de prórroga), serán de 1.062.821.356,83 pesos para el grupo Vega-Caputo y de 956.712.411,93 para Impsa (Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA), que opera en el sur rosarino. En este caso, la concesionaria mantiene su área de servicios y pondrá en marcha la nueva prestación en tres meses más.



El contrato se firmó el 19 de febrero pasado y, cinco meses después de la adjudicación, será una realidad (varios días antes de la fecha prestablecida: el 8 de julio). En cuanto al nuevo proceso, los pliegos establecían una ampliación de las islas de separación en contenedores en un lapso de seis meses: de 140 a 750. Y, para septiembre, la promesa de contar con la planta modelo de reciclado y compostaje.



Para 2014 habrá en la calle unos 12 mil contenedores, nuevos barridos mecánicos y un servicio de reclamos vía telefónica y a través de internet.



Con ese objetivo, se logrará el cien por ciento de las veredas rosarinas contenedorizadas.



Para el caso de LimpAR, el secretario de Servicios Públicos municipal, Pablo Seghezzo, precisó que la UTE Vega-Caputo deberá disponer de 1.200 contenedores de carga lateral metalizados, unos 650 de carga lateral naranjas para islas de separación y 3.700 de carga trasera metálicos para los próximos meses.



"Tendremos más tecnología y separación de residuos, más participación ciudadana, lavacontenedores automáticos, barreaspiradoras nuevas y nueve camiones para residuos verdes y voluminosos", enumeró Seghezzo.



Diferenciados. A los ya conocidos camiones de Cliba pintados de azul, blanco y verde, se pasará ahora al naranja y blancos de LimpAR, colores que también identifican a la Municipalidad con la empresa Sumar (a cargo de la higiene urbana de grandes corredores y avenidas).



"Cuidad la ciudad como si fuera tu casa", se leerá en cada vehículos. Los cambios también vendrán con la antigüedad de los camiones: a los fatigados rodados que pertenecen a Roggio se los reemplazará por unidades cero kilómetro.



Incluso se vienen modificaciones en el uniforme de los 540 trabajadores que ya fueron transferidos con categoría y antigüedad obtenida en Cliba a la nueva empresa.



El color verde será para los barrenderos, mientras que el naranja identificará a los recolectores. Algunas trabas en la Aduana hicieron que los uniformes para los primeros estén demorados.